Fluyen los pensamientos
como nubes sobre la superficie
de un mar inexplorado;
colocan las vendas
ante los ojos del Yo
entonando canciones de cuna;
hasta que Maya cae
y la realidad se derrumba.
Dos pasan a ser Uno.
Uno se convierte en Todo.
Aprendiendo a ser y no-ser
con el agua del río hasta el cuello.
Y los siglos
discurren entre los dedos
borrando cualquier significado.